domingo, 23 de diciembre de 2012

La despedida.

Ha sido un gran placer escribir este blog. Pero llego el momento de deciros adios, no es un hasta nunca es un hasta luego, ya que algun dia seguire escribiendo mi blog. Para que la gente se conciencie del tema eutanasia. Ahora os voi a dar mi opinion:
Yo creo que la eutanasia tendria que ser legal en todo el mundo ya que toda persona es libre de decidir su destino. Pero antes tiene que constar en algun sitio que eso es lo que quiere y entonces por mi esta en todo su derecho.
Para mi la eutanasia es un sinonimo de suicidio pero con la unica diferecia es que en la eutanasia no te vales por ti mismo para llevarlo a cabo. Sin embargo en la eutanasia si.

Un gran saludo a todos mis lectures. Gracias por aberme leido.

martes, 18 de diciembre de 2012

otra cancion es eutanasia del gurpo llamado la polla de records.


Los tubos mantienen mi respiración
y sé que no volveré a mi cuerpo.
La ley me obliga a seguir así.
Mi fuerza se va por un cable hasta una máquina.
Engordar para morir.
No puedo recordar,
tu dolor
aunque me mojan tus lágrimas.
Tengo que saber
porque no llega mi hora.
Tengo que saber
si se ha cumplido mi tiempo.
¿Qué soy?, yo soy una máquina.
¿Qué soy?, yo soy un milagro de la técnica.
Engordar para morir.
No puedo recordar,
tu dolor
aunque me mojan tus lágrimas.
¿Qué soy?, yo soy una máquina.
¿Qué soy?, me preguntas... un milagro de la técnica.
Yo soy un ser en suspensión, esperando el fin.
Para esto nadie me educó, me consumiré.
Y vivo sin vivir en mí, con la esperanza de morir,
alguna vez me apagaré. Final feliz.

miércoles, 12 de diciembre de 2012

Continuancion de la entrada anterior.


Otra cancion que habla de la eutanasia es "derecho a la eutanasia" del grupo disidencia.

martes, 11 de diciembre de 2012

La eutanasia en canciones.

La eutanasia tambien ha sido un tema popular que los artistas escogían para escribir y componer sus canciones.
Un ejemplo de esto es la cancion de "Amor de una madre" de Warcry. En esta cancion nos cuenta que un hijo le pedia a la madre que le quitase la vida que el no queria segur sufriendo y esta al final lo hizo. La madre fue llevada a los tribunales y el jurado la dictamino culpable, la llamaron asesina y la metieron en la carcel.
 
 
Esta es la cancion por la que yo me decidi a hacer el blog, ya que me parece una cancion interesante para reflexionar sobre el tema de la eutanasia.


lunes, 10 de diciembre de 2012

Continuación de la anterior


Otra pelicula es drigida por Denys Arcand, llamada "invasiones barbaras".

La cinta trata de la historia de Rémy (Rémy Girard), un profesor de historia con un cáncer terminal, quien se ha divorciado, hace mucho tiempo, porque su esposa no tolerara sus continuas infidelidades, sus romances traviesos, lo cual deterioraría el vínculo con su hijo mayor, ya que, para la hija, su papá siempre sería ese primer objeto de amor, de acuerdo con el pasaje normal de una niña por el complejo de Edipo.

El hijo tenía un excelente trabajo, el cual le producía, en un solo mes, lo que su padre, como profesor universitario se ganaba en un año.

La madre lo llama para que acompañen al padre a organizar sus cosas ante una muerte inminente, cosa que el vástago acepta, más para acompañar a su mamá, que para hacerlo con el progenitor, aunque, poco a poco, el vínculo va restableciéndose, hasta el punto que en el momento de pasar a la eutanasia activa, que decidieron juntos, Rémy le desea a Sébastien, su vástago, que el suyo sea tan bueno como lo fue él con su papá.

El sistema hospitalario en Canadá pareciera ser más tercermundista que el mismo Inseguro Social en Locombia, con una gran multitud de camillas, dada la dificultad de dar los pacientes una habitación digna; por esa razón, Rémy, en algún momento dirá que su país no es como los Estados Unidos de América, un país desarrollado, en una de esas sutiles, aportaciones críticas que Arcand lanza, como quien no quiere la cosa.

Es por eso que Sébastien quiere llevar a su papá al vecino país norteamericano, donde, así no hagan milagros, tal vez sí puedan brindarle una enfermedad y una agonía menos dolorosas; sin embargo, el tozudo Rémy se niega, ante lo cual, el hijo, calificado de inculto aunque exitoso, decide, en un proceso de autogestión, solicitar una habitación grande en los bajos del edificio hospitalario, para que el padre pueda reunirse allí con sus viejos amigos mientras espera la muerte, pero para lograrlo tendrá que sobornar tanto a los poderes oficiales como a los sindicales, quienes no parecieran concederle ese beneficio de una forma gratuita.

Lo mismo ocurre en relación con la consecución de la heroína, indicada al padre como poderoso analgésico; Sébastien tendrá que buscarse a una jonki, una joven drogadicta, hija de una de las ex amantes de su padre, para que la consiga por medios ilegales, en escenas en las que Arcand, como buen intelectual comprometido, denuncia la corruptela de la policía canadiense, tan moralista de un lado pero, del otro, tan perversa.

Sébastian cita a los grandes amigos de su padre para que vengan a verlo y acompañarlo en sus últimos días, en los que en ese trance del cáncer, que avanza, como las invasiones bárbaras, las células cancerosas atacan el cuerpo paterno, como los secuaces de Osama Bin Laden lo hacían con un imperio que decae; de ahí que no sea casual la presentación de una noticia del 11 de septiembre en la televisión, en un siglo que, para Rémy, no fue particularmente violento, si se tiene en cuenta el genocidio cometido por los conquistadores europeos en América, crítica que el personaje realiza casi con un guiño.

Desde las reflexiones para su cátedra, el profesor sabe que la historia de la humanidad es una historia de horror. Por ello, le resulta tan sorprendente que de él, un socialista voluptuoso, haya brotado un hijo como el suyo, un capitalista ambicioso y puritano.

El reencuentro con los amigos trae una catarata de humor a la película, en un clima en el que reina un jubiloso mamagallismo, en la mejor onda de un Gabriel García Márquez, una constante tomadura de pelo, una alegre joda, para nada cansona, que culmina con los deliciosos días en la casa de Pierre, uno de los amigos, frente a un hermoso lago, donde se procederá a ejecutar la eutanasia, de manos de Nathalie, la joven adicta que le conseguía la heroína, ahora por los caminos de la rehabilitación, en un tratamiento con metadona. Ya que la película nos muestra como la capacidad vincular, entre los seres humanos, nos conduce por caminos de transformación.

Los amigos evocan un pasado, en el que fueron sustituyendo un ismo por otro, para ensayar todas las formas del pensamiento de la segunda mitad del siglo XX o escenas de películas que, en una sociedad represiva y pacata como el Canadá de su niñez y primera adolescencia, la sexualidad se filtraba a través de películas pías como la de Cielo sobre el pantano (1949) del neorrealista italiano Augusto Genina acerca de María Goretti con la actuación de Inés Orsini, cuyas piernas pudieran resultar tan seductoras como las de los cuerpos de Silvana Mangano o Sofía Loren, que el neorrealismo italiano descubriera por aquellos tiempos, para dar lugar luego a otros personajes femeninos como objetos de amor ideales para el joven Rémy, en divas como la cantautora y actriz francesa Françoise Hardy, entre otras.



Y al fin proceder a la eutanasia activa, ese tema que aún sigue siendo tabú en muchas sociedades y del que el cine empieza a ocuparse con filmes como Mar adentro, esa bella película de Alejandro Amenábar, en torno a la historia real del escritor Ramón Sampedro, quien tanto luchara por acceder a gozar del derecho a una muerte digna, por el derecho a que cada individuo haga con su vida lo que quiera y que, previamente, se había tratado en relación con la eutanasia pasiva, por allá, en 1981, en el filme Al fin y al cabo es mi vida del director inglés John Badham, con la actuación estelar de Richard Dreyfuss y John Cassavettes, en el papel respectivamente del cuadripléjico que solicita que se le deje morir de forma natural y el delirante doctor que se empeña en hacerlo vivir a como dé lugar.

domingo, 9 de diciembre de 2012

La eutanasia como tema tanto de peliculas.



La eutanasia sido un tema que han utilizado muchos directores, como tema de película. Un ejemplo de esto es la película de “mar adentro” cuyo director es Alejandro Amenábar. Cuyos protagonistas son Belén Rueda y Javier Bardem

Sinopsis.
Esta es la historia de Ramón Sampedro, un marinero gallego que sería el primer ciudadano que pidió públicamente en España la eutanasia.

A los 25 años, Ramón Sampedro sufrió un accidente cuando se lanzaba al mar, en el momento en que la resaca recogía la marea, golpeándose contra el fondo y quedando tetrapléjico, y consecuentemente postrado en una cama para el resto de su vida.

Durante los casi 30 años que pasó en esta situación, Ramón Sampedro luchó por su derecho a decidir sobre su vida y a recibir una muerte digna; una petición que le fue denegada en virtud de las leyes vigentes, por lo que empezó a buscar la forma de realizar un suicidio asistido, ya que se encontraba impedido para realizarlo por su cuenta.

Sampedro recibió presiones de varios sectores, como la Iglesia Católica, e incluso de su propia familia, que se encargó de cuidarlo desde que se convirtiera en una persona totalmente dependiente, para que olvidara su idea de quitarse la vida, pero él no entendía la vida sin cuerpo. Su amor por el mar y sus ansias de viajar y conocer el mundo, motivos por los que se enroló en la marina mercante, eran mucho más fuertes que su amor por la vida, en el sentido más básico de la misma.

El 12 de enero de 1998, Ramón Sampedro cumplió su propósito y murió de envenenamiento por cianuro, que tomó voluntariamente.

Mar adentro es una exitosa película ganadora de innumerables premios, entre los que destacan un Oscar y catorce Goyas, incluidos mejor película, director y actor.

viernes, 7 de diciembre de 2012

Formas de aplicación de la eutanasia


La eutanasia pasiva hace referencia a la muerte natural, es un termino que muchas veces es utilizado de forma errónea por los medios de comunicación. La misma se produce cuando se suspende el uso de los instrumentos que apoyan la vida o aquellos suministros de medicamentos, de tal forma que se produzca la muerte que no contraría la ley natural.

Por el contrario, la eutanasia activa supone la intervención directa que ocasiona la muerte del paciente poniendo fin a su sufrimiento. En general, los defensores de esta opción, coinciden en la necesidad de que existan condiciones previas que permitan realizarla como la solicitud directa por parte del paciente o enfermo terminal de querer poner fin a su vida, la imposibilidad de la medicina para salvarle, la incapacidad de los fármacos para evitar su dolor y sufrimiento y el consentimiento de médicos y familiares, entre otras.

Con respecto a ello, se ha expresado anteriormente cuales son las posiciones de los detractores religiosos en cuanto a este tema. Sin embargo, más allá de estos grupos, los detractores de la eutanasia, en su lucha por impedir su aprobación legal, argumentan que al estar el suicidio asistido y/o la eutanasia disponibles, esto daría lugar a que algunos sujetos presionaran a sus familiares para que acepten morir, poniendo de relieve la dificultad de establecer controles estrictos para probar la influencia de otros sobre la decisión del paciente. Otras personas desearán morir porque sufren de depresión clínica, invalidando esta condición una decisión consciente.

El suicidio asistido se relaciona vagamente con la eutanasia, éste se produce cuando alguien le da información y los medios necesarios a un paciente para que pueda terminar fácilmente con su propia vida.